Mis querid@s amig@s chilen@s:
“Qué es un asalto a un banco comparado con la fundación de un banco?” – Bertolt Brecht (1898 -1956)
Desde 1973, los gobiernos de turno de Chile (incluyendo l@s presidentes “socialistas” de la Concertación) han mostrado una renitencia incrédula de regular el mercado financiero y eliminar las causas de la desigualdad alucinante del país. Aquellos entre ustedes que todavía no están convencidos de este hecho, favor leer el excelente estudio de tres destacados economistas de la Universidad de Chile sobre el tema, “La Parte del León”. Los autores afirman que Chile es campeón mundial en desigualdad: Entre 2005 – 2010, el 1 % de los chilenos más ricos se llevó el 21 % de los ingresos del país, más que en los Estados Unidos (17 %).
Fuente: López, Figueroa y Guitierrez, 2013
En países ‘comunistas’ como Suecia y Dinamarca, los súper-ricos se llevan apenas el 6 por ciento de la torta. Pero claro, ¿quién quiere vivir en Dinamarca, donde el gobierno totalitario, sin remordimientos ni respeto por los derechos humanos, saca hasta el 68 % de los ingresos de sus pobres ricos en impuestos, obligándoles de ir en bicicleta a todos lados en vez de su SUV? A pesar de la lluvia constante en Copenhague? ¡Por favor!
Pero dejamos a Dinamarca – cuyos líderes voraces y sinvergüenzas serán juzgados por la historia – y regresamos a Chile. El sistema económico actual, diseñado por los Chicago Boys, implementado por el General Pinochet a partir de 1981 y propagado – con cambios cosméticos – por los gobiernos “democráticos” desde 1989 – trae muchas consecuencias perversas para la gente en Chile. Tomamos como ejemplo el sistema de pensiones actualmente en discusión. Los AFP pagan pensiones promedios de 180,000 $ mensuales a los contribuyentes, es decir, una miseria. Las contribuciones que reciben de los trabajadores están siendo invertidos por los AFPs en las empresas y bancos de los súper ricos. Como bien dicen los colegas Kremerman y Ballesteros en El Mostrador: Los AFP son la piedra angular del modelo concentrador de riqueza en Chile. Creado y propagado por el Gobierno de Chile, y 100 % legal, los AFP son un instrumento de política pública que saca plata de los pobres y la presta a los ricos para que éstos (los ricos, no los pobres) pueden “crecer” aún más.
Fuente: El Mostrador
Por ejemplo, ustedes, los trabajadores chilenos, a través de sus contribuciones a los AFP, son dueños del 19,6 % de Cencosud (sancionada por prácticas antisindicales y cobros abusivos) y además le prestan a Horst Paulmann 575 millones de dólares en bonos para su continua expansión. Los daneses probablemente calificarían el sistema de los AFP como robo y sus ejecutivos como delincuentes. Pero no hay que confiar en las calificaciones de líderes corruptos cuyos cerebros han sido lavados por una ideología equivocada ¿no es cierto?
Fuente: El Mostrador
Por lo tanto, querid@s amig@s, yo les tengo una propuesta concreta:
Por qué no se organizan para hacer una “visita de cortesía” masiva al banco de su confianza, o al Costanera Center, y piden gentilmente a los ejecutivos que les entregan la diferencia entre su sueldo y lo que se necesita actualmente para vivir dignamente?
Por ejemplo, plata para poder comprar
-> comida sana para la familia (es decir, carne, pescado, fruta y verduras frescas, no la dieta de fideos, porotos y marraqueta que infla la guata a l@s niñ@s en las poblaciones),
-> una educación de calidad (les cuento que el Colegio Alemán, donde mis hijas disfrutan una buena – si bien no la mejor – educación, cobra 300,000 pesos por niño al mes, creo que esta cifra es realista),
-> un seguro médico (coticé en una ISAPRE: un plan para una familia de 4 con cobertura de accidentes y medicamentos sale como 300,000 pesos al mes),
-> más un plan de pensiones de verdad, una casa digna y transporte que funcione…
A ver: solo considerando educación y salud, una familia chilena con dos niñ@s debería tener 900,000 pesos líquidos. Al mes. Falta comida, casa, transporte y AFPs… bueno, ustedes harán la cuenta. Esta cifra, comparado con el sueldo promedio de l@s chilen@s que de acuerdo al INE era de $ 417.900 para hombres y $ 280.900 para mujeres en 2013, muestra la crueldad del sistema. En síntesis y en mayúsculas, para que tod@s lo pueden leer: EL SUELDO PROMEDIO EN CHILE NI ALCANZA PARA CUBRIR EL 50 % DE LOS COSTOS PARA LA EDUCACIÓN Y LA SALUD DE UNA FAMILIA DE CUATRO PERSONAS.
Si la gran mayoría de l@s chilen@s que no tienen esta plata a su alcance participaría en la “visita de cortesía” a un banco o un mall, creo que no habrá gran resistencia. Los empleados de los bancos y tiendas de retail, de los servicios de seguridad, y los mismos carabineros también sufren de los sueldos menos que “reguleke“, y estoy convencido que se solidarizarían. Igual como ustedes, ell@s sufren del endeudamiento, de la falta de perspectivas, la intranquilidad, y están igual de preocupados por el futuro incierto de sus hij@s.
La idea puede parecer drástica para muchos de ustedes. Quizá la es. Sin embargo, en mi humilde opinión, no es menos drástica que la explotación que sufre la mayoría de los chilenos en manos de los pocos súper ricos en este país, apoyados, desde 1973, por los gobiernos de turno, de Pinochet a Piñera.
Mirando la historia reciente de Chile, no tengo fé que los políticos, incluyendo aquellos con las mejores intenciones, puedan o quieran cambiar el sistema. Es necesario que ell@s perciban señales claras e incuestionables de la población, es decir, de la gran mayoría de la población. Señales que ustedes, l@s chilen@s, ya no más aguantan el sistema económico actual, es decir: el capitalismo feroz marcado por una dura opresión económica, que hace que la igualdad de oportunidades existe solamente en el papel, no en la realidad.
Entonces, porque no mostrarles como sienten a los Piñera, Paulmann, Luksic, Golborne, van Baer etc., a través de una visita al banco de su confianza? O al Costanera Center? Ánimo, ellos les esperan con una sonrisa y los brazos abiertos! Y – aunque como ciudadano extranjero en Chile y funcionario internacional no me corresponde – con gusto les acompañaré. Espero que me inviten! 😉
Un abrazo solidario desde México, respirando aires zapatistas…
¡Los quiero mucho!
Benjamin